El tipo de cambio cierra 2025 muy cerca de las 18 unidades por dólar, un nivel que pocos analistas anticipaban al inicio de año, especialmente en un entorno marcado por aranceles impuestos por Estados Unidos y riesgos sobre la actividad económica regional.
Sin embargo, la moneda mexicana ha mostrado una apreciación constante, impulsada por condiciones internas y externas que han sorprendido a los mercados.
En el foro Perspectivas Económicas 2026 de El Financiero TV, Janneth Quiroz Zamora, directora de Análisis de Grupo Financiero Monex, afirmó que la fortaleza del peso responde a una combinación de demanda por activos mexicanos, resiliencia económica y expectativas de política monetaria en México y Estados Unidos.
La analista destacó que, contra los pronósticos de organismos internacionales que preveían recesión para México en 2025, no hay datos que confirmen dicha contracción; por el contrario, varios indicadores han mostrado resiliencia y han contribuido a sostener la moneda.
Además, la reciente decisión de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos de aplicar un recorte a su tasa de interés —que el mercado no tenía completamente descontado— fortaleció la expectativa de continuidad en la relajación monetaria en Estados Unidos, debilitando al dólar frente a otras divisas.
A esto se suma, añadió Quiroz Zamora, la señal emitida por Banco de México (Banxico), que en su comunicado de noviembre modificó su guía prospectiva para indicar la posibilidad de un recorte adicional antes de una pausa prolongada.
Janneth Quiroz Zamora señaló que uno de los elementos más determinantes ha sido la debilidad del dólar, que se intensificó desde que Donald Trump asumió su segundo mandato a principios de este año.
Según la analista, la moneda estadounidense comenzó un periodo de depreciación que la llevó a niveles no vistos en varios años.
“Debido a que cuando hablamos del tipo de cambio, pues estamos hablando de la relación que existe entre dos monedas, esto benefició en buena medida al resto de las divisas, incluyendo claramente al peso mexicano”, resaltó Quiroz Zamora.
Otro factor externo es la postura monetaria de la Fed. Aunque Estados Unidos anticipa solo un recorte más para 2026, los mercados descuentan la posibilidad de ajustes adicionales debido a presiones inflacionarias persistentes.
Esto ha reforzado la expectativa de un dólar más débil en el corto plazo. La experta señaló que esta lectura favorece la continuidad de la apreciación del peso y reduce la volatilidad cambiaria.
En el frente doméstico, la apreciación del peso se ha visto impulsada por el dinamismo exportador, explicó Janneth Quiroz Zamora, directora de Análisis de Grupo Financiero Monex.
Aunque el sector automotriz ha mostrado una desaceleración significativa, este retroceso fue compensado por otras manufacturas, especialmente por las exportaciones de computadoras, que alcanzaron máximos históricos.
A ello se suma la política monetaria de Banxico. Aunque el banco central ha recortado tasas de forma consecutiva en 2025, otros países emergentes han hecho lo mismo, manteniendo atractivo el diferencial para inversionistas.
Además, la baja volatilidad del tipo de cambio fortalece el atractivo del carry trade, posicionando a México entre las monedas emergentes más apreciadas del año.
Mirando hacia adelante, la analista señaló que la inflación podría enfrentar presiones por el aumento en consumo previsto para 2026, año del Mundial, lo que dificultaría la convergencia al objetivo del 3 por ciento.
Bajo este contexto, Banxico podría mantener su tasa en torno al 7 por ciento durante buena parte del próximo año y recortar nuevamente hasta el segundo semestre, alcanzando un nivel terminal cercano a 6.50 por ciento.
Janneth Quiroz Zamora, directora de Análisis de Grupo Financiero Monex, destacó que con un dólar débil, un diferencial de tasas atractivo y una volatilidad cambiaria contenida, el escenario base apunta a que el peso podría mantenerse cerca de las 18 unidades.
Resaltó que para esto se debe tener en cuenta siempre el comportamiento de la inflación en ambos países y ell ritmo de recortes de la Fed.

