En los últimos años, los auriculares pasaron de ser un accesorio ocasional a convertirse en una herramienta indispensable en la rutina diaria, ya sea por trabajo remoto, reuniones virtuales, videollamadas, entrenamientos, estudio o incluso viajes en transporte público.
Sin embargo, el aumento en su uso trajo consigo un problema silencioso que está creciendo a niveles preocupantes. Un estudio científico reciente advirtió que los auriculares, en particular los modelos intrauditivos, pueden alcanzar volúmenes muy altos y generar daños irreversibles en el oído.
Los problemas que puede traer el uso excesivo de auriculares
Dos de las principales condiciones asociadas son la hipoacusia (pérdida auditiva) y los acúfenos (tinnitus). En este sentido, muchos expertos manifiestan que el riesgo no depende únicamente del volumen, sino también del tiempo de exposición.
Además, muchas personas utilizan auriculares durante varias horas al día sin pausas, y en entornos ruidosos tienden a subir aún más el nivel para escuchar con claridad. Esta combinación puede producir lesiones en el oído interno que con el tiempo se vuelven permanentes.
Por qué la hipoacusia y los acúfenos pueden ser graves para el oído
La hipoacusia inducida por ruido, antes asociada principalmente a entornos laborales industriales, hoy se detecta con frecuencia en jóvenes y adultos que pasan gran parte del día con auriculares. No obstante, si no se aborda a tiempo, esta pérdida auditiva puede avanzar hasta convertirse en irreversible.
A esto se suman los acúfenos, esa sensación de zumbido o pitido que se percibe sin que exista una fuente sonora real. Aunque puede presentarse de manera temporal, en muchos casos se vuelve crónico.
Cómo usar auriculares de manera segura, según especialistas
- Limitar el tiempo de uso: Hacer pausas de al menos 5 minutos cada 60 minutos para evitar la exposición continua al sonido.
- Controlar el volumen: Mantenerlo por debajo del 60% del máximo. Si otra persona puede escuchar lo que suena en tus auriculares, está demasiado alto.
- Preferir auriculares de diadema: No ingresan al canal auditivo y reducen la presión directa sobre el oído interno.
- Elegir dispositivos con cancelación de ruido: Permiten escuchar mejor sin subir el volumen en ambientes ruidosos como transporte público.
- Evitar usarlos mientras dormís: El uso prolongado e inconsciente aumenta el riesgo de daño auditivo.
- Realizar controles auditivos periódicos: Consultar a un especialista si aparecen zumbidos, pérdida de claridad o sensación de oído tapado.
- Reducir la exposición en entornos ruidosos: Bajar el volumen cuando estés en la calle o lugares con mucho sonido ambiente.
- Seguir la regla 60/60: 60% del volumen durante un máximo de 60 minutos seguidos.
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